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miércoles, 25 de julio de 2012

EDITORIAL nº 112 de BAILÉN INFORMATIVO, recientemente publicado


EDITORIAL

Desde marzo de 2012 que salió a la calle el número 111 de BAILÉN INFORMATIVO, han ocurrido algunas cosas destacables en el panorama local, tanto sociales como culturales o políticas. No obstante hay una, la crisis, que sigue anclada en nuestro tejido industrial, pero también en el neuronal. No hay conversación sin el “sambenito” del desempleo, de las carencias económicas, de la incertidumbre social.

No hay cerveza sin la amarga tapa de la desesperanza, a pesar de que algunos se resisten a que sea el imprescindible, y casi único, tema de conversación en las tertulias políticas o sociales. Es cierto que en Bailén vivimos una sensación de frustración anquilosada en los espíritus, es real que las empresas no despegan, que los saldos económicos familiares se mueven en mínimos históricos. Aunque nos bombardean los medios de comunicación con el alza de la prima de riesgo, con el rescate de algunas entidades bancarias, o con las continuas pérdidas bursátiles, son asuntos que no percibimos como cercanos a nosotros. Somos del club de los elevados índices de desempleo, hinchas obligados de la falta de oportunidades, hooligans del descontento, pues hemos abrazado la religión del sustento familiar, de la reducción del consumo en el ocio y la cultura como elemento del gasto cuasimaterial.

Enarbolamos en Bailén la bandera del sufrimiento y la abnegación, en un ejercicio de heroicidad suprema, muy por encima de la media nacional, acorde con nuestra fama de “gente apañá”.

La redacción de BAILÉN INFORMATIVO, no ajena a esa corriente, ha decidido renunciar a esta secta satánica y para ello hemos decidido imaginar un número, el 112, el dígito de la asistencia inmediata ante urgencia y catástrofes, de expansión cultural, en el que nos vamos a limitar a venderos el humo de la alegría y la pasión, el factor de aventura que necesitan vuestros cansados corazones, para que cuando lo leáis, despacio, sin prisas, podáis gozar de la sabiduría que proporciona la risa, pues otros se encargarán de bajaros los humos que nosotros intentamos izaros. Sabemos que no es tiempo de júbilo o regocijo, no es momento para el gozo o el entusiasmo, pero nosotros nos vamos a permitir esa licencia “fuera de lugar”, y que algunos se lo tomen como mejor lo estimen conveniente. Queda dicho.

La redacción de BAILÉN INFORMATIVO

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