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domingo, 27 de febrero de 2011

LA BATALLA DE LA BARROSA, CHICLANA (Cádiz), donde ha participado este fin de semana la Asoc. Reding.Extracto del Diario Digital de Cádiz

Doscientos años después, los chiclaneros se echaron ayer a las calles para revivir una de las páginas más gloriosas de su historia, la Batalla de Chiclana, 5 de marzo de 1811. Un enfrentamiento bélico que sembró la costa local con más de tres mil muertos y numerosos heridos y que, para gloria aliada, se decantó en favor de las tropas españolas e inglesas en detrimento de las fuerzas francesas.Esta recreación histórica, enmarcada dentro de los actos que se vienen celebrando en diferentes ciudades de la Bahía en torno al aniversario de la Constitución de 1812, vivió por la mañana su prólogo por las principales calles y plazas de la ciudad.Así, con la mirada puesta ya en el próximo sábado, fecha en la que de forma oficial se conmemorará el bicentenario de la contienda militar que tuvo lugar en la Torre del Puerco el 5 de marzo de 1811, las tropas francesas volvieron a tomar la ciudad, una invasión que, doscientos años después, se produjo de una forma mucho más pacífica. Dicha toma se escenificó en forma de un desfile militar que recorrió las principales calles del centro.Los actos dieron comienzo a mediodía en la Gran Plaza, lugar elegido para que las tropas aliadas y francesas, escenificadas por unos 200 figurantes llegados desde asociaciones napoleónicas de diferentes puntos de España y la Guardia Salinera de San Fernando, formaran filas e iniciaran un paseo militar a toque de tambor por las principales calles del casco histórico, realizando varias descargas durante el recorrido.Antes de dar comienzo el desfile, el alcalde, José María Román, colocó la bandera española en los estandartes de cada uno de los destacamentos que componían el regimiento, efectivos entre los que desfilaron grupos de lugareños ataviados con los ropajes y enseres de la época.Como no podía ser de otra forma, el desfile de las fuerzas aliadas y francesas por el casco urbano despertó la lógica curiosidad de los chiclaneros, que acompañaron a las tropas en un recorrido que tuvo sus paradas principales en la Gran Plaza y en las plazas de Las Bodegas y Mayor, espacio este en el que se ubica el principal templo de la ciudad, la Iglesia de San Juan Bautista, que, cabe recordar, fue usada por los franceses como caballerizas durante la invasión.El tronar de los mosquetones y de los trabucos acompañó a las tropas en su recorrido ante la lógica emoción de los pequeños y también de los mayores.Ya por la tarde, las inmediaciones del puente del VII Centenario sirvieron para que, ante la presencia de un millar de chiclaneros, se recreará la Batalla de Chiclana o, como prefieren decir otros, de La Barrosa.Armados con numerosas piezas de artillería, franceses, ingleses y españoles se entregaron al fragor de una batalla que, aunque lejos de su escenario natural, la Torre del Puerco, fue recreando los avances y retrocesos de los contendientes a lo largo de una jornada en la que las fuerzas aliadas sufrieron un total de mil bajas en sus filas y las tropas francesas en torno a dos mil.El tronar de las piezas de artillería, así como de los mosquetones y trabucos, incrementó el interés de un enfrentamiento que fue acompañado por una breve narración de lo que allí, en tan emblemático punto de la costa chiclanera, aconteció hace ahora doscientos años.Entre aplausos ante los avances de las tropas aliadas, poco a poco, fue completándose el desarrollo de una página de la historia local que se culminó con la derrota de los soldados franceses y con el posterior apresamiento de los enemigos que lograron sobrevivir a la pólvora de ingleses y españoles.Un desfile de las fuerzas victoriosas en la batalla ante el numeroso público que se congregó en torno al recinto bélico habilitado para la ocasión cerró una jornada que acercó un poco más a los chiclaneros una destacada página de su historia.

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