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lunes, 19 de julio de 2010

EL MERCENARIO DE GRANADA (Juan Eslava Galán)

Ya sabéis lo mucho que me apasiona el universo de la artillería de época. Os extracto un fragmento del último libro que estoy leyendo, "El Mercenario de Granada", de Juan Eslava Galán:

El caudillo moro que defendía Málaga de los ataques del rey Fernando, al-Zagal, le comenta al búlgaro Orban, herrero/artillero, protagonista de la novela:

"(Fernando) Se ha propuesto conquistar mis castillos y mis ciudades una a una. Está contratando artilleros en Flandes y Alemania y ha construido dos hornos para fundir cañones. Tiene más tropas y más artillería que yo. La tropa no me preocupa porque nosotros somos mejores, pero los cañones... el futuro es de los cañones." (página 45) En la página 103, capítulo XIII aparecen otras referencias sobre la artillería de la época de los Reyes Católicos: "Cuando Orban llegó a Málaga, nadie quería ser artillero. La tormentaria era un oficio desprestigiado, peligroso, ingrato y sucio. Los cañones estallaban con demasiada frecuencia mutilando y quemando a sus servidores. El arma de los cobardes, decían los paladines, los que depositaban toda la nobleza en la espada, en la lanza, en la maza. Armas que te permiten mirar a los ojos al hombre que matas o que te mata. Pero llegó la pólvora y lo cambió todo. Un cobarde fuera de tu alcance podía matarte con una espingarda, tirando a bulto, con una de aquellas cerezas de hierro ardiente que llegaban por el aire inadvertidas, con la velocidad de un meteoro, incandescentes, y causaban horribles heridas y emponzoñaban la sangre. Un mes atrás, ningún joven recluta de Málaga hubiera deseado ser artillero. Los artilleros se reclutaban entre la escoria del ejército, a veces incluso había que echar mano de esclavos. Ahora, después de las últimas victorias, los malagueños se entusiasmaban con su artillería y los voluntarios se disputaban el privilegio de servir a las órdenes de Orban.".

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