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jueves, 29 de abril de 2010

Hablemos de fútbol

Aunque he de reconocer que en la semifinal Inter de Milán-Barcelona, ha vencido el antifútbol, la estrategia del cerrojazo y del autobús, lo cierto y verdad es que ese autobús ha llevado al equipo italiano a la final del Bernabeu. Como buen madridista mi corazón estaba con el Inter, no obstante me acordaba de la pena -y no lo digo en broma, y menos de cachondeo- de algunos amigos culés como Miguel Ángel, Paco Framer, Antonio Agudo, algunas de mis cuñadas, y otros amigos y vecinos. Pero, más insoportable sería la humillación de ver jugar... y ganar al Barça de vuestros amores en nuestro propio feudo. Ponte en mi piel, poneros en la nuestra.
Reconozco que Mouriño, desde ya el mejor candidato al banquillo del Real Madrid, ha sabido jugar sus cartas. Ha frenado en seco al todopoderoso Barcelona, ha renunciado a la vistosidad del fútbol, ¡si!, en beneficio de un objetivo marcado, y además contra aquel que le dió de comer, de la mano de Bobbie Robson allá por los años 90. Dicen que no hay peor -o mejor- leña que la del propio árbol, en este caso caído.
Tú del Barça, Miguel Ángel, y yo del Real Madrid. Qué contraste. Por eso este blog es ahora, más que nunca el del alimón. Habrá madridistas, o anticulés, que dirán que Dios existe porque ha esquilmado al equipo azulgrana de jugar una final de Champion en el Bernabéu. Yo hasta esos extremos no llego, pero sí que yo y mi hijo hoy nos enfundamos la camisete azzurra del Inter. Lo siento Miguel Ángel.
Ahora entiendo porqué durante 3 días no has dado señales de vida, me imagino que preparándote para la gran ocasión. Lo que quiere decir que me tiraré otros tres o más días sin contacto, con la de proyectos que tenemos empezados y que se han de gestionar en su tiempo. Te ruego que me llames, pues el móvil no responde, me imagino que otra vez se te habrá perdido u olvidado. También existe el correo electrónico, o cuanto menos contéstame en este blog, pues este fin de semana marchamos algunos a Algodonales (Cádiz) y la semana siguiente a Colmenar Viejo, y urge una reunión para los asuntos que tú ya sabes y que aquí no voy a descubrir por mor de la confidencialidad.
Yo del Madrid y tú del Barça, ahí no es nada. Pero te he de decir que hoy me ha estimulado más la derrota del Barça, tal vez porque el tío Jaime, fallecido recientemente, ya no lo sufre, pues de lo contrario tendría que haberme enfrentado a sus sabias sentencias en las que terminaba diciéndome que era mejor que venciera un equipo español que otro italiano. Y eso que él era de CIU, aunque moderado y un español convencido, pero que arrastraba para Cataluña todo lo que podía. Es por ello que no tenía hoy que confesarme tras el partido ante el tío Jaime, y aunque esto convertía el partido en más pasional, reconozco que he echado en falta la voz cuerda del tío.
Posdata: El que tiraba los cohetes esta noche era yo.
Por Manolo Ozáez, desde la embajada del sueño.

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