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lunes, 17 de agosto de 2009

BATALLA DE TALAVERA DE LA REINA. 3ª Parte



En el Pabellón de Ferias de Talavera tuvimos que andar listos para coger camas, aunque el asunto de los colchones fue más complicado, teniendo que dormir sobre duras colchonetas de gimnasia, y sin almohadas, lo que a decir verdad no supuso ningún problema, pues a las 3,30 de la madrugada, cuando nos acostamos, los cuerpos pedían reposo y no lujos. Sobre la nave del pabellón donde nos alojábamos los grupos de recreación, que a la vez servía de restaurante y catering donde se nos sirvieron las comidas, por la noche funcionaba a pleno rendimiento una terraza-disco-pub de verano, formando parte de un complejo deportivo enorme que incluía las instalaciones de las piscinas municipales y zonas deportivas.



La discoteca al aire libre asemejaba un desfile de modelos, pues las chicas talaveranas, de una belleza extraordinaria, rivalizaban en atuendos, peinados, morenos cutis de solárium, entre ellas. En número muy superior a los chicos, exhibían sus calidades humanas como si de un concurso de mises se tratara. De las 11 de la noche a las 2 de la madrugada predominaban las tribus de 17 a 22 años. A partir de las 2, paulatinamente, se iba sustituyendo por otros grupos de más edad, pero no menos estéticos. La organización de los actos de recreación tuvo la gentileza de facilitarnos libre acceso a todas las instalaciones municipales, incluida piscina y discoteca, por lo que es justo agradecerlo desde esta tribuna y felicitarles por la organización de los eventos.

La representación de la Batalla de Talavera de la Reina, que cumplía su bicentenario, resultó de una plasticidad sobresaliente.



Cañones de artillería, uniformidad reglamentaria de la época napoleónica, disparos de mosquetes, olor intenso a pólvora, chispotes de brasas encendidos.



Y todo ello en el marco antiguo de la ciudad talaverana, junto a sus reconstruidas murallas y su infinidad de parques y alamedas, bien surtidas de estanques y arboleda. Además, el acto del sábado se postergó a la noche para evitar las inclemencias del sofocante inicio del verano. En el del domingo, celebrado en La Alameda, se eligió un extenso paraje surcado de árboles que amortiguaban el rigor del estío, y el apoyo de infinidad de voluntarios que suministraban agua, acuarium y cocacolas a los sufridos actores.

No obstante, tuvimos que cargar el cañón sobre el remolque bajo un fuerte aguacero que nos pilló de improviso. Son los gajes del oficio de artillero, diría el Fati. Y, tras despedirnos de los amigos que allí dejamos, con las pilas recargadas giramos en dirección a Bailén, surcando el mismo camino en dirección contraria, hasta la próxima Recreación de La Coruña el último fin de semana de julio y principios de agosto.

Entre ambas recreaciones surgió el concierto de John Fogerty, quien fuera líder de los Creedence Clearwater Revival, en el Festival de la Guitarra de Córdoba, del cual os ofreceremos algunas fotografías y algún video para deleitaros con esta leyenda de la música americana

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