El cura Mariano y el plasma

RELATO
Cuando apenas había feligreses en la Iglesia del Abajamiento de Jesús, el cura Mariano sintonizaba la Misa Semanal en un televisor de plasma que había comprado para una rifa de los niños podbres y que nadie había reclamado. No se habían vendido muchas papeletas, pero la que tenía el premio nunca se reclamó, por eso el cura Mariano, sintonizaba en su televisor de plasma la Misa Semanal y se marchaba dejando a los feligreses con la tele puesta en la Iglesia.
Nunca la utilizaba si había que enterrar, hacer alguna comunión o Misa del mes. Pero si llegada la hora de empezar, veía que no había más de una o dos beatas, entonces le dejaba la llave a la hermana Consuelo para que abriera el sagrario y él se presentaba en el momento de la trasubstanciación del pan y del vino.
Una vez le dejó el mando a distancia a la hermana Consuelo para regular el volumen de la emisión, y la hermana cambió de canal por error, teniendo que repartir el cuerpo de Cristo mientras que unos famosos intentaban bailar una bachata en una reposición de un programa de baile.
por Miguel Ángel Perea