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martes, 31 de marzo de 2009

4ª y última entrega de "PROFESIONES DEL QUIJOTE". por nuestro colaborador NICOLÁS MANUEL OZÁEZ GUTIÉRREZ


9. PROFESIONES VARIAS (el cajón del sastre): Alcabalero (763) –“arrendador o alcabalero, que son oficios que, aunque lleva el diablo a quien mal los usa siempre tienen y manejan dineros”- ; Alcahuete (159) - persona que solicita o sonsaca a una mujer para usos lascivos -. Para quien tenga duda si era un oficio, dice Don Quijote en dicha página: “Porque no es así como quiera el oficio del alcahuete; que es oficio de discretos, y necesarísimo en la república bien ordenada, y que no le debía ejercer sino gente muy bien nacida; y aún había de haber veedor y examinador de los tales, como le hay de los demás oficios, con número deputado y conocido, como corredores de lonja”; Arrendador (740) ; Aventurero (25) ; Bandoleros (811) –“más de cuarenta bandoleros”- ; Belitre -“…gañán, faquín, belitre…”. Mozo de cuerda pícaro, ruin- (245); Burladores (756) –bromistas cuasi profesionales- ; Corredor de oreja (159) –“… corredor de oreja, y aun de todo el cuerpo. En efecto: quiero decir que este caballero va –preso- por alcahuete…- ; Cuatrero (158) –ladrón de bestias- ; Cristiano viejo (144) –clase social respetada en su tiempo debido a la pureza de su sangre- ; Crueles (10) –adjetivo que habla de las mujeres en tono despectivo, de determinadas mujeres. Lo destaco por el hecho de que en “El Quijote”, tal vez producto de la época, predominan conceptos machistas por doquier- ; Doncella (152) –de tanto aparecer dá la sensación de ser un oficio anexo a la condición de las mujeres de distintas capas sociales- ; Encantadoras (10) –igualmente habla de las mujeres en tono despectivo como en los anteriores vocablos- ; Esclava (224) ; Escudero (11 del prólogo) ; Farsantes (498) –timadores- ; Galeotes (157) –presos que cumplen condenas en la armada- ; Guía (573) ; Hechiceras (10) ; Hechicero (159) –mago que profesa las artes oscuras. En otro apartado incluimos brujo en el grupo de religiosos en donde podría enclavarse cierto tipo de hechiceros, no todos- ; Jueces del campo (761) –árbitros en los duelos- ; Ladrones (10) ; Lapidarios (269) –el que por oficio labra piedras o comercia con ellas- ; Negociante (380) ; Nigromante (393) ; Ninfas de los ríos (199) –inclasificable. No es oficio, profesión ni condición social- ; Ociosos (398) –antiprofesión- ; Padrinos de alguna pendencia (515) ; Pechero (105) –plebeyo, por contraposición a noble. Obligado a pagar o a contribuir con pecho o tributo- ; Peleantes de la Andalucía (515) ; Pícaros de cocina (641) –ayudantes o aprendices de cocina que puesto no cobraban salario, sisaban lo que buenamente podían- ; Prevaricador de las ordenanzas escuderiles (614) ; Representantes (398) –lo que hoy entendemos por manager - ; Salteador y ladrón (90) ; Turco (440) –aparece continuamente sustituyendo a árabe, moro o mahometano de los que por cierto abundaban en la España coetánea a la novela- ; Vagabundo (310) –o buscavidas- ; Vasalla (224) ; Vasallos (393) ; Villana (224) –de clase social baja. “Tu vasalla soy, pero no tu esclava; y en tanto me estimo yo, villana y labradora, como tú, señor y caballero”- .

Apariciones de pueblos y lugares de Jaén en “El Quijote”:

- Tras derribar Don Quijote en el capítulo XIX a un religioso de su mula, éste le contesta a nuestro hidalgo: “… y así, sabrá vuestra merced que, aunque denantes dije que yo era licenciado, no soy sino bachiller, y llámome Alonso López; soy natural de Alcobendas; vengo de la ciudad de Baeza, con otros once sacerdotes, que son los que huyeron con las hacas; vamos a la ciudad de Segovia, acompañando un cuerpo muerto, que va en aquella litera que es de un caballero que murió en Baeza, donde fue depositado …”. (134).

- En el capítulo XXIX, se las ingenian para sacar a Don Quijote de su penitencia con una burla e inventan a una princesa imaginaria: “Llámase - respondió el cura- la princesa Micomicona, porque llamándose su reino Micomicón, claro está que ella se ha de llamar así. –No hay duda en eso –respondió Sancho -; que yo he visto a muchos tomar el apellido y alcurnia del lugar donde nacieron, llamándose Pedro de Alcalá, Juan de Ubeda y Diego de Valladolid, y esto mismo se debe de usar allá en Guinea: tomar las reinas los nombres de sus reinos”. (234).

- Capítulo III de la 2ª parte del Quijote, vuelve a aparecer Úbeda: “… salga lo que saliere, como hacía Orbaneja, el pintor de Ubeda, al cual, preguntándole qué pintaba, respondió: Lo que saliere. Tal vez pintaba un gallo, de tal suerte y tan mal parecido que era menester que con letras góticas escribiese junto a él: Este es gallo”. (453). Lo curioso y extraordinario es que si seguimos leyendo el Quijote, en el capítulo LXXI, 2ª parte, página 876, repite casi por completo la misma frase anterior cuando, y extraigo literalmente, dice Don Quijote: “- Tienes razón, Sancho, porque este pintor es como Orbaneja, un pintor que estaba en Ubeda; que cuando le preguntaban qué pintaba, respondía: Lo que saliere; y si por ventura pintaba un gallo, escribía debajo: Este es gallo, porque no pensasen que era zorra”. Faltan apenas 20 páginas para acabar la novela y aparece un lapsus mental en el genio de Cervantes, ¿o tal vez nos tienda una trampa para que la adivinemos?

- En el capítulo XXXIII de la 2ª parte aparece otra vez la ciudad de Úbeda que Cervantes conoció en sus andanzas como recaudador de impuestos reales: “… no siendo más verdad que por los cerros de Ubeda” (644), al igual que en el capítulo XLIII: “…como por los cerros de Ubeda” (698) y en el LVII: “los tres tocadores sí llevo; pero las ligas, como por los cerros de Ubeda” (789).

- Esta vez nos nombra la ciudad de Martos en el capítulo XXXVIII (2ª p.): “…descubriera cada grano del grandor de un garbanzo de los buenos de Martos” (669).

Y para concluir este artículo os pido la licencia de terminar con una frase aparecida en la página 291 de dicha edición de El Quijote: “¡Tente, ladrón, malandrín, follón; que aquí te tengo, y no te ha de valer tu cimitarra!”.


Nicolás Manuel Ozáez Gutiérrez
- Octubre de 2005-

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